miércoles, 20 de febrero de 2013

Pupilas lejanas

Que graciosa es la incertidumbre, ¿no? Digo graciosa para no decir terrible, es increíble para la cantidad de lados que dispara una cabeza cuando hay tanta incertidumbre alrededor. La incertidumbre es de esos sentimientos que nadie quiere sentir, o quizás si cuando uno se quiere sorprender pero no es algo que esté bueno sentir todo el tiempo. Es peor todavía sentirlo si sos de esas personas que no pueden dejar de pensar, esas personas que no pueden parar de maquinar un segundo aunque sea con cosas que su cabeza inventa. Maltrato mental me gusta llamarlo a mi, lo definí después de tantos años.
Y ahora me encuentro acá, escribiendo cosas que no tienen nada que ver con lo que pensaba escribir al principio cuando el random del reproductor de música le puso play a "Pupilas lejanas" en su maravillosa versión de Fabiana Cantilo con Kevin Johansen. En cuanto escuché el primer acorde se me tensó todo el cuerpo y estaba en la disputa de si sacarlo y no poder escucharlo nunca más o si dejarlo y enfrentar el contexto en el que lo estoy escuchando ahora y no poder evitar compararlo con el contexto en el que lo escuché la ultima vez y llenarme de tristeza. No sabia que hacer, pero tenia que actuar rápido  sea lo que sea tenia que prepararme mentalmente para eso. No podía ser tan débil como para sacarlo y esconderme, tengo que superar la situación. No podía escucharlo y volver a angustiarme, estoy mejor que antes ahora. ¿Que hacer? Decidí tomar la decisión que me pareció mas inteligente y lo dejé, lo escuché con mucha atención sin pensar en mas nada que en lo que decía y así, empezar el camino de la superación y aceptación. Poco a poco voy volviendo a recuerdos físicos y emocionales sin quebrarme. Pero muy de a poco, todavía hay algunas cosas a las que no me puedo ni acercar, todavía no puedo volver a escuchar "La complicidad" de Perotá Chingó, como así también hay ciertos lugares a los que me rehúso a ir. A este punto quien esté leyendo esto se va a preguntar que es lo que pasó, jamas lo expliqué, jamas dije una sola palabra al respecto, lo ultimo que se sabia es que yo estaba en la cima de la felicidad. Bueno, después de tener muchos momentos de reflexión, después de hacer catarsis y lograr pensar con claridad y relajarme pude dejar de magnificar los hechos para decir que son cosas que pasan. A todos nos pasa en algún momento. Tenemos momentos de mierda donde estamos muy mal con nosotros mismos y tenemos que resolver eso para estar bien con la otra persona. Estar bien uno para cuidar al otro. Y sí, todavía sigo con la esperanza de que volvamos a estar bien, de volver a todas esas pequeñas cosas que tanto me pueden, ya sea una linea en la frente o un mensaje al celular. ¿Desaparecer? No estoy ni un poco de acuerdo con eso honestamente, creo que es lo único que no acepto de todo esto. Pero bueno, yo sigo con la esperanza de que todo se ordene en algún momento y que podamos intentar estar bien otra vez y cuidarnos y querernos. ¿Desaparecer? Bueno...creo que es un precio que estoy dispuesta a pagar, pero no con lágrimas.

1 comentario:

  1. Qué complejas y complicadas se vuelven las cosas a veces. Y tristes, también. Aunque, hay que saberlo, nos quejamos de la incertidumbre, de los pisos flojos pero después y a veces de la seguridad más plena que aburre.

    Estar quieto no es bueno. Acordate: un tropezón no es caída, se hace camino al andar. Así que por las dudas, siempre hay que echar a andar y mirar para adelante. Lo que pasó, pasó, aunque sea triste y feo. Será lo que quiera que sea, sin prisa ni presiones.

    Naturalmente... por ahí es la palabra.

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