¿Cómo estás? La noche no te hizo mejor que a mí...
No estás para hablar, no estás para un día más,
no estás para pedalear, ni siquiera imaginar.
Yo estoy bien, anoche tomé un poquitito más
de lo que suelo hacer, pero es que amaneció
y en el cielo tus ojos vi, apuntando directo a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario