miércoles, 2 de noviembre de 2011

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A veces la mente es con quien mas cuesta pelear, no deja de maquinarnos ni un segundo, nos juega bromas y nos revuelve las emociones hasta hacerlas irreconocibles. Yo me di cuenta (y decidí) que estaba enamorada del amor, del solo hecho de estar enamorada, de entregarme a alguien de una forma casi de cuentos (de esos que te cuentan cuando sos muy chiquita), me encantaba imaginarme entre paseos por el parque, entre mimos y susurros. Entre besos contenidos hasta el derrumbe absoluto de la razón. Pero, hubo un quiebre. Sin motivo ni razon, casi sin avisar. Tuve un quiebre. Es ahora, el dia de hoy donde ya ni me interesa ni creo mucho en todo eso de las emociones que se vuelven irreconocibles y de entregarse a alguien como si fuese un cuento. Nada de eso tiene mucho sentido para mi. Antes todo era azucar, hoy se trata de agregarle pimienta a la situacion. Distancia. De eso se trata (al menos por ahora).

1 comentario:

  1. El "al menos por ahora" es clave. Si no hubiese estado escrito, habría pensado que era una gran pelotudez lo que decías, porque es verdad, hay que tener cuidado con entregarse totalmente, lo cual es una pelotudez; el amor es eso. Un saludito, darío.

    Una frase para la ocasión: la distancia es la única manera para medir el cariño.

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